llegó a la ciudad de México en la locomotora 3504

"Un aniversario Mas"

Emma García Figueroa
A un día de haberse conmemorado un aniversario mas de la revolución Mexicana, no esta de mas hacer un recuento de la importancia que tuvo el tren como medio de transporte tanto para las fuerzas revolucionarias comandadas por Emiliano Zapata y Francisco Villa como de las fuerzas federales.
Es importante recordar como Francisco I. Madero llego a la ciudad de México en la locomotora 3504 adornada con lienzos tricolores. Venia acompañado por un grupo de parientes, amigos y compañeros de la contienda política. Apoyado en la barandilla trasera del coche, Madero saludó a la multitud repetidas veces; vestía traje negro y sobrero de bola. Al entrar al andén fue saludado con grandes aplausos por el público, en medio de notas entonadas por la Banda de Policía, que se mezclaba con los toques de las trompetas revolucionarias, toques de la campana de la estación lanzadas al vuelo, y a los pitazos de las locomotoras.
Unos años mas tarde después de la decena trágica que culminó con la muerte de Madero, Venustiano Carranza, fue obligado a abandonar la capital de la República al entrar en vigor el Plan de Agua Prieta decretado por Álvaro Obregón, donde se le desconocía como presidente, y al cual se adhirieron la mayoría de los jefes militares.
El 6 de mayo de 1920 Carranza salió de la Ciudad de México a bordo de un tren para establecer su gobierno nuevamente en Veracruz. La travesía en el tren presidencial presentaba cada vez mayores peligros por los continuos ataques de que eran objeto las vías férreas, por lo que decidió abandonar el tren y continuar a caballo, no sin antes liberar a su comitiva para internarse a la sierra de Puebla con unos cuantos hombres, esperando recibir el apoyo de Gabriel Barrios. Una pequeña tropa comandada por Rodolfo Herrero, alcanzó a Carranza para ofrecerle protección y guía en la sierra. Avanzaron hacia Tlaxcalantongo, Puebla y ahí Herrero determinó el lugar donde se alojaría el Presidente, retirándose de inmediato pretextando problemas familiares.Aproximadamente a las tres y media de la madrugada, el jacal donde descansaba el Presidente fue acribillado al mismo tiempo que se daban voces de: ¡viva Peláez!, ¡Viva Obregón!