Texto
Roberto Zavala
Enfoque Tepic
Una de las bellezas más puras de cualquier identidad que contamos las personas en México es sin duda alguna la arquitectura de nuestro principales edificios, algunos muy modernos, algunos históricos. Hoy en Nayarit hay diversas ciudades con una arquitectura colonial impresionante, tal es el caso de Jala, junto a Jomulco, es un ciudad encallada en las faldas del volcán del Ceboruco, místico y mágico a la vez. Podemos encontrar en el sur de nuestro estado a ciudades como Ixtlán del Río y Ahuacatlán ricas por sus pequeñas villas, sus templos que destacan de construcciones desde el siglo XVII. Un caso importante y con cascos de gran longitud, son los que se encuentran en nuestra capital de Nayarit, Tepic, un centro histórico, que da tono a una clásica ciudad del México del siglo XVIII, y XIX.
Abordo lo importante de nuestros edificios y la belleza de estos mismos, porque con el tiempo tienden a desaparecer, por ejemplo en la plazoleta hidalgo, antes no corría calle, hasta a mediados de los noventas, para obtener una mejor circulación, su estampa arquitectónica es remplazada por un edifico muy moderno del siglo XXI, un solo inmueble que rompe totalmente con la estructura de esta plaza.
Un panorama positivo, es que nuestro centro histórico es visitado por cientos de turistas nacionales y extranjeros, quienes se van muy impresionados por lo que representa cada construcción y por los bien estructurado que esta nuestra pequeña hermosa ciudad de occidente Mexicano. Sirve como un eje comercial de nuestro estado, con las múltiples posibilidades de compra que resuelven las necesidades de los nayaritas.
Un panorama negativo, es que en los últimos meses, el centro histórico, en lo que corresponde en la plaza principal, se desvirtuó por completo su auge histórico, porque cuenta con un tren como diversión para los niños, que solo hizo, con una pintura gris y roja que es por donde pasa el tren, arruinar la vista del adoquín, recién puesto en el trienio pasado como parte del programa de recuperación de espacios públicos y un segundo adoquín con más de 50 años de antigüedad. Además con una caída de tirolesa, que arruina el entorno tranquilo y la vista espectacular desde la fuente hacia la catedral. Lo que es más grave, por las noches se convierte cada día, y cada vez más temprano, en la zona roja, donde vemos un problema grave de prostitución y quienes dejan una mala imagen a nuestros visitantes.
Es por eso que debemos analizar con calma, que es bueno y malo para nuestro entorno de nuestra ciudad, considerar cambios drásticos, para salvaguardar que nuestro centro histórico, no pierda la identidad, tan importante, que forma ya una postal de nuestra mente de los tepicenses para todo el mundo.
Roberto Zavala
Enfoque Tepic
Una de las bellezas más puras de cualquier identidad que contamos las personas en México es sin duda alguna la arquitectura de nuestro principales edificios, algunos muy modernos, algunos históricos. Hoy en Nayarit hay diversas ciudades con una arquitectura colonial impresionante, tal es el caso de Jala, junto a Jomulco, es un ciudad encallada en las faldas del volcán del Ceboruco, místico y mágico a la vez. Podemos encontrar en el sur de nuestro estado a ciudades como Ixtlán del Río y Ahuacatlán ricas por sus pequeñas villas, sus templos que destacan de construcciones desde el siglo XVII. Un caso importante y con cascos de gran longitud, son los que se encuentran en nuestra capital de Nayarit, Tepic, un centro histórico, que da tono a una clásica ciudad del México del siglo XVIII, y XIX.
Abordo lo importante de nuestros edificios y la belleza de estos mismos, porque con el tiempo tienden a desaparecer, por ejemplo en la plazoleta hidalgo, antes no corría calle, hasta a mediados de los noventas, para obtener una mejor circulación, su estampa arquitectónica es remplazada por un edifico muy moderno del siglo XXI, un solo inmueble que rompe totalmente con la estructura de esta plaza.
Un panorama positivo, es que nuestro centro histórico es visitado por cientos de turistas nacionales y extranjeros, quienes se van muy impresionados por lo que representa cada construcción y por los bien estructurado que esta nuestra pequeña hermosa ciudad de occidente Mexicano. Sirve como un eje comercial de nuestro estado, con las múltiples posibilidades de compra que resuelven las necesidades de los nayaritas.
Un panorama negativo, es que en los últimos meses, el centro histórico, en lo que corresponde en la plaza principal, se desvirtuó por completo su auge histórico, porque cuenta con un tren como diversión para los niños, que solo hizo, con una pintura gris y roja que es por donde pasa el tren, arruinar la vista del adoquín, recién puesto en el trienio pasado como parte del programa de recuperación de espacios públicos y un segundo adoquín con más de 50 años de antigüedad. Además con una caída de tirolesa, que arruina el entorno tranquilo y la vista espectacular desde la fuente hacia la catedral. Lo que es más grave, por las noches se convierte cada día, y cada vez más temprano, en la zona roja, donde vemos un problema grave de prostitución y quienes dejan una mala imagen a nuestros visitantes.
Es por eso que debemos analizar con calma, que es bueno y malo para nuestro entorno de nuestra ciudad, considerar cambios drásticos, para salvaguardar que nuestro centro histórico, no pierda la identidad, tan importante, que forma ya una postal de nuestra mente de los tepicenses para todo el mundo.
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