En la feria navideña del juguete.
Texto y fotos
Roberto Zavala
Enfoque / Tepic
Recientemente pudimos observar una serie de actividades dentro del marco de las celebraciones de la navidad, como es en todo caso, siempre hay espacios para todos, tal ocurrió con el pabellón de arte huichol que se encontró dentro de las instalaciones del recinto ferial de la mexicanidad, en lo que fue la Feria Navideña del juguete, una promoción extra para conocer sus artesanías, y algunas de las tradiciones del grupo étnico de los wisrrarika, con el apoyo invaluable del XXXVIII ayuntamiento de Tepic.
Entre las diferentes curiosidades se pudo encontrar, con sus hermosas nierikas, pulseras, e inclusive figuras de madera labradas en diferentes animales que están en su entorno. Se pudo presenciar la música tradicional, la gran aportación, de la limpia de un marakame, tal y como ellos acabo sus costumbres y tradiciones.
Roberto Zavala
Enfoque / Tepic
Recientemente pudimos observar una serie de actividades dentro del marco de las celebraciones de la navidad, como es en todo caso, siempre hay espacios para todos, tal ocurrió con el pabellón de arte huichol que se encontró dentro de las instalaciones del recinto ferial de la mexicanidad, en lo que fue la Feria Navideña del juguete, una promoción extra para conocer sus artesanías, y algunas de las tradiciones del grupo étnico de los wisrrarika, con el apoyo invaluable del XXXVIII ayuntamiento de Tepic.
Entre las diferentes curiosidades se pudo encontrar, con sus hermosas nierikas, pulseras, e inclusive figuras de madera labradas en diferentes animales que están en su entorno. Se pudo presenciar la música tradicional, la gran aportación, de la limpia de un marakame, tal y como ellos acabo sus costumbres y tradiciones.
Las condiciones del lugar eran un tanto globalizadas, no se veía nada tradicional, sin embargo, es importante la difusión que se les hace a los grandes artistas de esta tierra, que merecen de este tipo de foros y pabellón para que puedan llegar a las manos de los que compran ye ellos poder subsistir.
Dentro del pabellón, eso sí, más tradicional, de bajo de una pequeña ramada, se encontraban parte de los platillos típicos de la región, y de los mismos wisrrarika, para el deleite de cada uno de sus visitantes, todo esto para complementar, sin duda alguna, una exposición totalmente diferente.
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