Alí Chumacero nació en Acaponeta, Nayarit, el 9 de julio de 1918. Once años después emigra a Guadalajara para concluir la primaria. Es en la capital jalisciense donde escribe algunos poemas que nunca publicó por ``indignos''. En 1937 se traslada a la ciudad de México, donde vive con penurias económicas. La obra y la presencia de Enrique González Martínez, así como la de algunos poetas de los Contemporáneos constituirán parte de su aprendizaje literario. En los cuarentas funda, con Jorge González Durán, José Luis Martínez y Leopoldo Zea, la revista Tierra Nueva. Al grupo se unirán Manuel Calvillo, José Cárdenas Peña, Bernardo Casanueva Mazo, Francisco Giner de los Ríos y Alfredo Cardona Peña. La publicación se planteaba como una alternativa a los Contemporáneos y al de la revista Taller. Los primeros eran considerados cosmopolitas y el segundo, donde figuraban Octavio Paz, Efraín Huerta, Neftalí Beltrán y Rafael Solana tenía como consigna la poesía, el erotismo y la rebelión.
En tanto, Tierra Nueva trató de mantener alejada la política de la literatura y concedió gran importancia a la crítica, actividad en la que Chumacero destacó por su juicio certero y mesurado. ``Poema de amorosa raíz'' fue el primer trabajo que consideró digno de publicarse. Apareció en el número inicial de Tierra Nueva (1940), donde Chumacero ejerció tareas de crítico, redactor y tipógrafo. Esta última se convertiría en su profesión, sobre todo a partir de su ingreso en el Fondo de Cultura Económica (1950). Como reseñista, entre 1940 y 1942 atendió los libros más importantes del momento. Conoce a Octavio Paz, lee a Villaurrutia, Gorostiza, Cernuda, Huidobro, Aleixandre, Valéry, Sain-John Perse y Eliot. Paralelamente Octavio G. Barreda lo invita como colaborador en Letras de México, piedra de toque en la conformación de la literatura mexicana del siglo XX y luego sería parte de suplementos como México en la Cultura, de Novedades. A la desaparición de éste, participa con Fernando Benítez en La Cultura en México, de la revista Siempre!, y colabora en el suplemento de Ovaciones con su director Emmanuel Carballo y Alfredo Leal Cortés. Con el tiempo se fue alejando de la crítica y de la poesía hasta guardar un silencio que, por fortuna, el escritor nayarita dice no es total, así como asegura que su obra poética aún está inconclusa. Es miembro de la Academia Mexicana de la Lengua, Los premios que ha recibido son: el Villaurrutia (1980), Rafael Heliodoro Valle (1985), Alfonso Reyes (1986), Nacional de Literatura (1987), Amado Nervo (1993) y Nayarit (1993). En poesía, es autor de: Páramo de sueños (UNAM, 1944); Imágenes desterradas (Stylo, 1948); Palabras en reposo (FCE, 1956); Páramo de sueños seguido de Imágenes desterradas (UNAM, 1960); Poesía completa (Premiá, 1980); Poesía reunida (CNCA, 1991, presentación de Mónica Mansour). En ensayo: Acerca del poeta y su mundo (discurso de ingreso a la Academia Mexicana de la Lengua). Los momentos críticos (FCE, 1987). Ediciones preparadas: Poesía y prosa de Gilberto Owen (1953); Obras de Xavier Villaurrutia (1953); Obras completas de Mariano Azuela (1958-1960) y Obras de Efrén Hernández (1965).
* Información de Fernando Martínez Ramírez, investigador del Centro Nacional de Información y Promoción de Literatura del INBA.
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